Antes de irte a vivir con otra familia
El proceso de encajar en una casa que no es la tuya
En este tema soy experta. Desde que empecé la universidad viví fuera de mi casa y de ahí he vivido en diferentes lugares, pero siempre con más personas y aunque tengo mil anécdotas que contarte, hoy prefiero dejarte lo que he aprendido por si piensas hacerlo algún día o ya tienes un pie afuera de tu casa para irte a vivir con otra familia. Esto puede aplicar para roomies también.
Por más que hagas todo bien, siempre va a haber alguien que no le guste cómo lo haces o cómo lo dices
Es un esfuerzo mal gastado tratar de tener a toda la familia contenta todo el tiempo, porque aún haciéndolo, siempre va a haber algo que no les guste de ti. Si esto te pasa, tienes que saber que puede ser porque están acostumbrados a pensar diferente y si haces cosas que denotan pensamientos o preguntas que no se habían hecho (claro, cuando no estás haciendo daño ni creando problemas de ningún tipo), los confundes y suelen llevar esa confusión a lo negativo para reprimirlo y dejarlo ahí en vez de tratar de entenderlo. Claro que habrá quien te quiera entender y eso va a ser un gran regalo para los dos, pero si no sucede ten paciencia, no tienes que cambiar, solo ir con más cuidado.
Respeta siempre sus espacios aunque tu espacio no sea respetado
Ufff, es de las cosas que más cuesta; ver que todos hacen lo que quieren, pueden entrar y salir a la hora que sea, dejar las cosas donde sea, menos tú. Es una sensación muy limitante, pero si hay algo bueno que he podido sacar de eso, es que esto te lleva a una práctica de autocontrol, en donde, cuando quieres dejar la ropa tirada, la levantas, cuando quieres dejar los trastes sucios, te aguantas la flojera y los lavas. Esto con el paso del tiempo genera mucha disciplina para ti y aprender a tener las cosas en su lugar, te da claridad mental también, aunque claro, nunca deja de ser un pain.
Si vas a aportar, que sea de corazón
No para que hablen mejor de ti o para complacer, porque hacerlo desde ahí puede convertirse en una tarea obligatoria no acordada para ti y cuando dejas de hacerlo, empiezan los problemas. Si vas a aportar, hazlo porque sientes ese agradecimiento genuino porque te abrieron las puertas de su casa y gracias a eso puedes estudiar, trabajar o tener menos gastos.
Un tip extra súper valioso, es que trates de que cada cierto tiempo lleves algo a la casa, trata de no llegar con las manos vacías, porque aunque no te pidan nada, el apoyo y la ayuda siempre se valora. Tal vez una llamada para preguntar si hace falta algo para la comida, ayudar a picar o lavar verdura, poner la mesa, etc.
Escúchalos
Aprovecha el tiempo que vivas con ellos para conocerlos mejor, para preguntarles qué les gustaba hacer de niños, cuántos novios o novias tuvieron, entiende su historia para que entiendas cómo son y de paso te entiendas a ti o a tus papás, si es que estás con familia cercana. Es una oportunidad muy grande para hacer lazos fuertes.
A veces ellos en su propia casa no son escuchados y que alguien más pueda hacerlos sentir vistos y queridos es de las experiencias más bonitas que le puedes regalar a alguien y te puedes regalar a ti.
Deja que te conozcan
Con el paso del tiempo, deja que vean esos lados de ti que te hacen feliz aunque puedan no estar de acuerdo con eso, como dormirte temprano aunque todos acostumbren a dormirse después de las 12pm, salir a caminar aunque esté lloviendo, comer más sano de lo que están acostumbrados, etc.
Suele pasar que al principio tratas de encajar en sus hábitos para no molestar o para no parecer exigente, pero la realidad es que no sabes el efecto tan bueno que puedes causar siguiendo lo que a ti te gusta, aunque a los demás no. A veces no cuestionas lo qué haces hasta que ves algo diferente, solo ten presente siempre respetar sus preferencias.
Vivir con más personas es una prueba de acto de servicio
Es muy importante verlo de esta manera, por qué habrá momentos en donde tal vez te tocará hacer de comer aunque no te guste, hacer algún tipo de limpieza aunque estés cansada o escuchar una plática o queja hasta tarde y posponer tu trabajo o tu tiempo de ocio una o dos horas más, pero cuando te detienes y lo piensas como aportación para que la convivencia sea más armoniosa, vale totalmente el esfuerzo.
La culpa cuando te vas
Puede pasar que te encariñes tanto con uno o mas integrantes, que cuando tienes que irte, te sientas “responsable y culpable de abandonar a alguien que te necesita” y aunque sí es algo muy triste, pensarlo de esta manera también es soberbia; soberbia de sentirte indispensable en la vida de otra persona. En ese momento puede parecer que así es, pero hay un final para todo y ésta no es la excepción. No te dejes sentir mal porque vas a extrañarlos, al contrario, busca la manera de seguir presente aunque sea por llamadas o visitas inesperadas.
Oooolvida tu privacidad
Es nula y cualquier muestra de privacidad, así sea apagar el celular, cerrar la puerta de tu cuarto, salir al patio a platicar con amigos que te visitan o incluso hablar por teléfono, puede ser mal visto. Este tema en especial me trajo muchos conflictos, porque dejé de dar explicaciones sobre lo que pasaba en mi vida privada y lo hice porque las preguntas que me hacían venían desde el chisme, no desde el entendimiento. Así que, si puedes dejar tu vida privada fuera de la casa sería lo ideal, pero nunca es cómodo y la realidad es que no tienes por qué. Todos necesitamos privacidad y eso implica no dar explicaciones.
Lo más importante de todo esto, es que si estás por tomar una decisión parecida a esta, te sientes un momento analizar si quieres sacrificar tu vida personal por comodidad y seguridad o si prefieres empezar de cero, tal vez no tener tantas comodidades, pero vivir tu vida de la forma que tú quieres.
Viví tantos años con familia y nunca me hice esa pregunta hasta ahora; hasta ahora que la forma en la que quiero vivir, ya no la quiero seguir posponiendo.
Ana.